26 dic 2009
25 dic 2009
La Fundación Gimnasio Campestre Betania, GICAB, como entidad sin ánimo de lucro y, herramienta de la Iglesia Betania de la Reforma "Labranza de Dios", de Villavicencio, primera iglesia fundada por el ministerio de National Evangelical Missión, Inc. quiso servir al Señor y extender su Reino en Villavicencio, por medio de la atención integral a niños vulnerables, victimas de toda clase de abusos, desplazados por la violencia y sumidos en extrema pobreza. Desafortunadamente, la tramitología y, especialmente, la corrupción política y admnistrativa que invade nuestro país y por ende, nuestra ciudad, logró hacer que naufragara nuestro hermoso proyecto, a pesar de que el señor Alcalde le había garantizado a la Fundación, que seguiríamos adelante con el proyecto educativo y de asistencia social y espiritual a los niños. Fue un año de tremendas realizaciones, a veces con grandes frustraciones, especialmente por el escaso recurso financiero, pues nos habíamos propuesto dar un testimonio de cómo se puede servir al pueblo con pocos recursos del herario público y aprovechados al máximo. Y lo hicimos, con la ayuda, la gracia y la bendición de Dios, lo hicimos. Cumplimos. Se levantó la Plaza Satélite para el mercadeo de bienes perecederos, llamada San Isidro y se recogieron de la calle cerca de 300 vendedores ambulantes. Se educaron 78 niños hijos de estos vendedores, se alimentaron diariamente con dietas balanceadas y rigidamente vigiladas, se les entregó toda clase de amor, de dirección y se trato de educar a sus padres para mejorar su familia y su trabajo; especialmente, el amor y cuidado por sus hijos. Los niños recibieron atención médica, se abrieron todas las historias clínicas medicas y odotologicas, se hicieron tratamientos básicos y el diagnóstico de tratamientos odontologicos, pero le fue IMPOSIBLE, A LA FUNDACIÓN, OBTENER cinco mil dolares que costaban los tratamientos y el seguimiento de la salud de estos niños. Ni el gobierno, ni la iglesia del Señor, pudieron levantar estos fondos. Todo el programa, fue totalmente gratuito, con aportes de la fundación GICAB en equipos, sedes y administración, con muy poco dinero, del cual rendimos cuentas hasta el ultimo centavo y pasamos el examen de la Contraloria. Los niños vulnerables de la Plaza San Isidro se quedaron sin programa educativo, también sus padres; núnca pudimos tener el privilegio de recibir otros 130 niños que el Alcalde de la ciudad nos había encomendando, vulnerables, de sitios con muchos problemas, porque no nos prestamos a cosa alguna, que no fuera el trabajo y el servicio a la niñez. A nosotros nos entristece todo esto. Pero creemos que Dios tiene el control. Sabemos que tenemos que seguir haciendo esta labor, pero no sabemos cómo. Sabemos que todo nos sirve para bien y por lo tanto seguiremos esperándo en el Señor su dirección, su consuelo, sus fuerzas y su provisión. Gracias por habernos acompañado en esta intención durante este año 2009.
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